maternidad, Vida espiritual

Los papás también son humanos

Yo recuerdo muy bien cuando me dí cuenta de que mis papás también son humanos: los vi llorar de dolor por un accidente que sufrieron mis primos y mis tíos.

Yo tenía 9 años.

Ahora que soy mamá, me pregunto en qué medida mis hijos se dan cuenta de que también yo soy un ser terrenal que necesita comer, dormir, ir al baño. Las funciones básicas de supervivencia.

Mi bebé de dos años, por supuesto aún no tiene consciencia de eso. No importa si muero de sueño, igual estoy despierta si él me necesita. No importa si hace media hora que muero de sed, si lo estoy abrazando para consolarlo.

Pero mi hija de 5 años, ya ha empezado a preguntarse sobre la vida, la existencia, los principios y los finales. Se preocupa si algo me duele y hace poco me dijo que entiende que yo necesite dormir porque también yo soy un “ser vivo”.

los papás también son humanos castillo.JPGHace unos meses tuvimos la oportunidad de viajar a Suiza a visitar a mi hermana. Para una niña que siempre ha disfrutado los cuentos de princesas, ir al Château de Chillon, un castillo de verdad, no podía ser más que un sueño cumplido.

Cuando llegamos al castillo, mi hija le preguntó a mi mamá:

-Tita, ¿y dónde están las princesas?

Mi mamá muy segura le contestó:

-Las princesas que vivían aquí ya no están, se volvieron viejitas…

Pero antes de que ella terminara, mi hija remató: -¿Se fueron al cielo?

Ese mismo día, mientras yo le lavaba las manos en el baño del castillo, me dijo:

-Mami, yo no quiero ser viejita.

Tuve que decirle que todos lo seremos, si tenemos la fortuna de que el destino nos lo conceda.

-Pues ¡Yo no me quiero ir al cielo!- Dijo con firmeza y hasta un poco de rabia. -¡Yo me quiero quedar contigo y con mi papi y mi hermano y con toda mi familia!

La entiendo. Yo también quiero quedarme siempre con ella, con mi bebé, con mi familia, con todos los que amo. Llevo muchos años tratando de encontrar paz en la idea de que algún día todas las personas que adoro y conozco ya no estarán. Que yo misma no estaré. Pero con el tiempo y mi trabajo espiritual he logrado por momentos trascender al apego y pasar a un estado de aceptación o mejor, de certeza de que uno siempre va a estar conectado con los que ama, aquí o en otros planos.

Ver a mi hija tomar consciencia de la existencia es como un rito de paso. Un momento trascendental de la vida de mamá.

Porque ella también se está dando cuenta de que su mamá y su papá son humanos.

Anoche mientras le lavaba los dientes, me dijo:  -Mami, yo no voy a dejar que te vayas al cielo nunca, yo me voy a colgar de tu pierna- y se colgó.

Mientras yo intentaba no caerme, pensé que también la maternidad me ha hecho ser mucho más consciente de la existencia y de lo importante que es disfrutar de cada instante con toda la intensidad y con toda la presencia posible.

Yo también me quiero colgar de su pierna y de la de cada persona que amo.

Las fotos son de mi archivo personal y prohibo su reproducción sin mi debida autorización. 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s